La inteligencia emocional es sin duda una de las habilidades comunicativas que un buen líder debe manejar. Saber leer una situación y actuar en consecuencia, buscando la mejor forma de dirigirse a los demás, es crucial a la hora de construir entornos y equipos de trabajo de alto rendimiento.

El término sabiduría emocional fue popularizado por vez primera por Daniel Goleman con su libro Inteligencia sensible, y desde ese momento varios estudiosos comenzaron sus estudios en esta novedosa área de la psicología. Desde ese momento, aprendido mucho más sobre la inteligencia sensible.

Géneros de inteligencia sensible

El intelecto sensible se puede dividir en 4 entidades distintas, a entender

Empatía

La capacidad de un individuo para poder sentir las emociones de los demás a su alrededor y admitir esos sentimientos.

Informes

La aptitud de un individuo para gestionar negociaciones y mediaciones.

Conciencia de sí

La capacidad de una persona para comprender sus sentimientos, saber lo que significan y reconocer esos sentimientos.

Conducir las emociones

La capacidad de un individuo para manejar y manejar sus sentimientos de forma responsable y precisa dependiendo de la situación.

Gracias a que cada uno de nosotros maneja cada emoción de forma diferente en distintas ocasiones, también es por eso que los investigadores luchan por medir con precisión el intelecto emocional.

Durante los años, ciertas reglas de el intelecto sensible semejan aplicarse a la mayoría de nosotros. Y podemos entrenarnos para estar mejor pertrechados para lidiar con estas conmuevas cuando surjan. Entrenar tus emociones transporta tiempo y sé consciente de ello.

A diferencia del coeficiente intelectual, donde es innato y algunas personas simplemente nacen para ser genios. El intelecto emocional es una capacidad que se puede desarrollar. En verdad, las conmuevas no nos fueron implantadas cuando aún éramos bebés o en el útero de la madre. Es por medio de las interacciones con nuestro entorno y las personas que desarrollamos estas conmuevas.