Se muestra un proyecto o desafío y bastante gente, sin pensarlo, forman inmediatamente un equipo para investigar, solucionar el inconveniente e llevar a cabo la solución. Los equipos tienen la posibilidad de ser una manera muy vigorosa de solucionar problemas y también llevar a cabo grandes mejoras. Pero los equipos no son la respuesta correcta para todas las ocasiones.
Hacer equipos no siempre es lo mejor
Para conseguir los mejores resultados probables de los recursos libres, es esencial que un líder responda una pregunta que normalmente no se hace: «¿Es un equipo la mejor manera de lidiar con esta situación?»
Desafortunadamente, en el momento en que asumen la respuesta a esa primera pregunta, se vuelven a «¿Con quién me uniré?» Para cuando empiezan allí, posiblemente ahora hayan condenado a la organización a una solución menos que perfecta incluso antes de comenzar.
Este artículo hace cinco cuestiones diseñadas para asistirlo a contestar esa importante primera pregunta.
¿Está claro el propósito?
Si la meta aún no está claro, no forme un equipo. Un equipo puede desarrollar una declaración de problema y solucionar un inconveniente, pero no puede trabajar con éxito (por lo menos no de forma rápida y eficiente) con una misión que no está precisamente articulada. En el momento en que el objetivo esté claro (puede reunirse con varias personas para conseguir esa claridad), puede pasar al resto de las cuestiones. Hasta el momento, ¡no formes un equipo!
¿El equipo va a tener los elementos para tener éxito?
Usted puede ser la persona que necesita proveer estos elementos o puede requerir negociarlos. Los equipos precisan entender qué elementos tienen en términos de capacidades, presupuesto, tiempo, soporte, etcétera. Si bien la falta de recursos desafiará a la gente y los equipos a ser creativos, ¡esto tiene un límite! Los equipos vacilarán y lucharán sin los elementos para tener éxito. Prosiga sin y se arriesga a una gran frustración y baja productividad.
¿Realmente requiere un equipo?
Ésta es quizás el interrogante más importante. Todos valoramos la colaboración y el trabajo en grupo, pero no tienen por qué ir de la mano. La colaboración se puede lograr sin un equipo. Tal vez lo que necesita hacer es conceder o conseguir a alguien para regentar un proyecto y alentar a otros con aportes importantes y experiencia a colaborar y asistir según sea preciso. Tenga en cuenta que existe gran diferencia entre crear personas en un equipo y pedirles que lo ayuden en el momento en que sea necesario. En el momento en que recuerde que puede hacer viable la colaboración sin un equipo, permítase ser verdaderamente exitoso al contestar esta pregunta.
¿Qué es la materialidad?
No todos y cada uno de los proyectos o inconvenientes son iguales. Es importante estimar la importancia relativa de una situación antes de dedicarle varios recursos. Piense en su plan profesor y sus elementos de personal. Descubra dónde encaja esto en su panorama general antes de decidirse a formar un equipo, en vez de contratar a alguien a fin de que lo administre.
Hay tiempo
Se necesita tiempo para planear, entrenar, aclimatarse y empezar bien un equipo de manera adecuada. ¿Hay tiempo para todo esto, en relación con la necesidad de una solución o una respuesta? Si no es así, llame a alguien, tome una resolución y prosiga adelante.
Si obtiene respuestas afirmativas a todas y cada una de las preguntas anteriores, ¡felicidades! Construya su equipo y ayúdelos a tener éxito.
Pero si consigue una o más respuestas con un no, hágalo mismo y quién puede ponerla en un equipo. Piense un poco mucho más antes de formar automáticamente un equipo.